lunes, 21 de noviembre de 2016

  Alguien que venga, pero sobre todo que no se vaya

Te has presentado con esa excusa perfecta que yo no necesitaba escuchar. Con prosas y prisas.

Me preguntas si sigo anestesiándome con bebida porque me aburre estar sobria a estas horas.
Espera, que voy a dejar de escuchar todos esos grupos Indies y voy a poner los gemidos de una peli porno al 20. Y deja ya de decirme que soy borde si para mi eso es lo correcto.

Porque te has colgado de mis flores y no de mis raíces, como esos idiotas de los que es fácil enamorarse pero imposible seguir amándoles por mucho tiempo. No pierdas el tiempo, aquí tienes mi cuerpo, ahí esa pared y mi espalda quiere trepar por ella.

Claro que me gustas, si cuando me compro lencería pienso en lo bien que me va a quedar cuando me la rompas y arranques, joder.

Ya sé, ahora dirás que tienes que irte y que me echarás de menos. Reiré cuando cierre la puerta tras de ti porque sé que lo único que quieres es volver a tu cómoda rutina.

Y luego el por qué lluevo fuego cuando me dices con susurros que no importa, que sigo siendo tu puta preferida.