martes, 23 de enero de 2024

NOVIEMBRE

Cruzamos la calle sin mirar, como 
lobas salvajes. Con sed de devorarnos a pesar de la distancia que nos separa y eres mía aún gozando de tus mordiscos y tus manos apretando fuertemente mi cuello.

Bestias. Enloquecidas.

Tenemos el reloj de arena volcado, dejando entrever que no hay tiempo en nuestro encuentro desesperado, enredadas, improvisando con disfraces nuestra auténtica naturaleza.

Vamos a dejar que el morbo se adueñe de cada rincón de nuestros cuerpos. Siendo unas putas sórdidas, raposas hambrientas. Insólita y magnífica esta experiencia la nuestra. 

Para volver a mojarme. Por dentro, muy dentro. Por fuera. De ti. Que embistes tu lengua contra mis calientes entrañas. Jódeme más con ella. La maraña de carne, placer, sudor y látex. Y fingiendo que sabemos comportarnos, follándonos a ciegas, dejemos la partida en empate. 












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